La foto del programa de la temporada está envuelta en niebla. El texto que presenta «Una historia completa» de la Ópera Pagaï tiene contornos igualmente enigmáticos. «En un edificio transformado por la oscuridad, la compañía nos ofrece un viaje inmóvil al corazón de la microsociedad del espectáculo», añadiendo, si es necesario, «Los espectadores se convierten en actores de una miniepopeya a puerta cerrada, pasando de situaciones incongruentes a encuentros sorprendentes, en una aventura íntima con quienes hacen el teatro».
En resumen, no sabemos nada, salvo que la vaguedad forma parte de la propuesta de la Ópera Pagaï, con sede en Burdeos, maestros de la sorpresa. Y ya están en el Parvis preparando las funciones del jueves, viernes y sábado en pequeños grupos sucesivos. ¡Y nos encantan las sorpresas! Esta es la esencia misma del espectáculo en vivo, es como un gran cono azul o rosa deliciosamente regresivo. Y nos evita llegar cargados de imágenes y prejuicios sobre lo que decimos que nos gusta o no. Probablemente sea porque nos gustan las sorpresas que este espectáculo, que llega sin resumen ni fotos, ya tiene entradas agotadas el viernes. Pero aún quedan plazas disponibles el jueves y el sábado. Además, la entrada corre por cuenta de la casa.