La furia creativa de Angelica Liddell con el síndrome de Wendy o el País de Nunca Jamás de Peter Pan se estrella contra la isla de Utoya donde Anders Breivik asesinó a sesenta y nueve adolescentes.
Todo el cielo sobre la tierra (el sindrome de Wendy)/ Stéphane Boularand (c)Bigorre.org
Hace dos años, su obra "Maldito sea el hombre que confía en el hombre" ya había demostrado la furia creativa de Angélica Liddell. Y cómo esta furia podía ser un caldo de cultivo del que surgieran imágenes increíblemente poderosas. "Todo el cielo sobre la tierra (el síndrome de Wendy)", que presentó el viernes y el sábado en el Parvis, apenas cinco meses después del Festival de Aviñón, va en la misma línea. Una función de dos horas y media para hablarnos de ella, de su malestar. "Un día, me di cuenta de que lo que sentía tenía un nombre: síndrome de Wendy, en referencia al personaje femenino de Peter Pan. En mi caso, se asocia con la pérdida de la juventud, cuando lo que amas empieza a desaparecer y te hunde en la soledad".
Inmediatamente rompe la imagen amable de Wendy al establecer un paralelismo entre Nunca Jamás y Utoya. El paralelismo entre la isla de Peter Pan y aquella donde Anders Breivik asesinó a sesenta y nueve adolescentes en 2011. Lo que sigue no es más que rabia alrededor de un montón de tierra con forma de tumba en medio del escenario. Pero no es una rabia estéril, sino una rabia creativa que encuentra una forma que une teatro, danza y poesía para llevar su expresión más allá del desahogo bilioso contra todo lo que alimenta la ilusión, una esperanza que inevitablemente se verá defraudada. Romain Gary escribió que el amor de una madre era una promesa que la vida no cumpliría. Angelica Liddell va más allá al vomitar todas estas formas de amor y autosacrificio. Un espectáculo que resuena como un manifiesto entre el surrealismo y la introspección, definitivamente inclasificable e inolvidable.
création Festival d'Avignon 2013
avec Fabián Augusto Gómez Bohórquez, Xie Guinü, Lola Jiménez, Jenny Kaatz, Angélica Liddell, Sindo Puche, Zhang Qiwen, Maxime Trousset, Saite Ye, Xue Ying Dong Wu (pipa chinois) et les musiciens de l’Ensemble Musical PHACE
collaboration musicale et orchestration Hong Dae Sung, Jung Hyung Soo, Sok Seung Hui
assistanat à l’administration de Cho Young Wuk Lee Ji Yeon
traduction Christilla Vasserot
traduction mandarin Saite Ye
lumière Carlos Marquerie
son Antonio Navarro
régie lumière Octavio Gómez
professeur de danse de salon Sergio Cardozo
tailleurs González
masque chinois Lidia G le petit paquebot
interprétation chinois-espagnol Saite Ye
direction technique Marc Bartoló
régie générale África Rodríguez
production et logistique Mamen Adeva
assistanat à la direction María José F. Aliste
production éxecutive Gumersindo Puche
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